martes, 15 de enero de 2013

La crisis se pone interesante



"Esto lo arreglamos entre todos", decían las fuerzas oscuras  y  los grupos mediáticos que sostenían al gobierno del PSOE en mayo de 2010, esos compañeros de logia que decidieron un día salir del armario y generar ellos el "clima óptimo" para acabar con la crisis "pasajera". Mientras el gobierno de España se dedicaba a romper la familia, a reinventar el Estado de las Autonomías, a jugar con la Guerra Civil y a minar el Estado de Bienestar ¿recuerdan?

Pero ahora volvemos a oír, esas voces que vuelven a decirnos que estos problemas son ilusorios, que se solucionan con unidad, decisión... entre todos, etc. que ya hemos pasado lo peor. Que somos un gran país y que vamos a salir de esta etc.

¡Pero no es verdad!. No hemos pasado lo peor porque "lo peor" es que el entramado social está corrupto, no los políticos: toda una generación (políticos y ciudadanos) ha crecido creyendo que el dinero crecía en los árboles, que el relativismo y el hedonismo que se enseñó durante los 30 años a los jóvenes ha hecho mella y ya todo es relativo excepto el placer inmediato

La mayoría de los infelices ciudadanos piensan que la vida consiste en nada y que es lo mismo quedarse viendo la Tele que estudiar filosofía; que todas las opiniones valen lo mismo; que todas las músicas son iguales, que si a ti te gusta Bach y al otro Ramoncín... es cuestión de gustos. 

Con estos esquemas mentales, tercamente inmanentes, cerraditos ¿quién va a trabajar? aquí todo el mundo quiere el gran pelotazo del siglo, vender un programa informático que se hace en una tarde por millones de euros, o vivir de la canción que un día compuso, borracho y drogado, a los 20 años. Todo para lograr el mayor placer con el menor esfuerzo... y entre placer y placer,  Tele. 

Esto no se arregla en dos días. Esto se arregla en unos doscientos años, si nos encaminamos hacia la solución. Porque esto lo hemos estropeado entre todos y ya no tiene arreglo. Por esto, me refiero a la educación y a la cosmovisión general que han transmitido estúpidamente la mayoría de los medios de comunicación. 

Pero se acabó la fiesta. Porque eso de ser relativista está muy bien siempre y cuando uno tenga suficiente dinero para tumbarse en esas playas paradisíacas a ver pasar el mundo, mientras llega la muerte y/o la rubia de turno, paradisíaca y sustituible. 

El cuento de que tu casa valía 100 millones, dicho así, con los ojos en blanco, se lo creyeron muchos idiotas que ven que los 100 son ya 50, y que en euros nada de nada. Miren cómo merma el valor de sus pisos, miren cómo merman sus ahorros inmoralmente ganados, miren atentamente cómo el dinero falso, producto de los pelotazos inmobiliarios y políticos se acaba... Ese dinero público que se entregaba sin control, aquél dinero robado a las empresas que ni se enteraban porque no querían enterarse.

Porque, señores: el dinero no crece de los árboles y cuando se acaba, el relativismo también se esfuma: "todo es relativo, sí, sí, majete, te respeto mucho, a ti y a tus opiniones, pero ponte a currar para pagar la hipoteca o... ". 

Y la crisis durará hasta que a usted o a sus hijos se les acabe ese dinero sustraído al mercado. Dinero falso, dinero inflado que no representa la realidad de la riqueza. 

Así que o ese dinero se pone a producir (que para eso hay que saber, y no es relativo) o ese dinero irá mermándose hasta que desaparezca y usted vuelva -y sus hijos Ni Nis vuelvan- a donde nunca deberían haber salido. 

Entonces sí habremos salido de la crisis, pero para entonces, todos calvos. Y, antes, pobres.

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