viernes, 23 de enero de 2015

El Liderazgo




La palabra talismán de hoy es "liderazgo".  Seguimos con la serie de visión corporativa, analizando la frase: "un entorno que fomente la excelenciael liderazgoel respeto por la personala transparenciala meritocracia, la objetividad, la responsabilidad, la innovación y el impacto en la sociedad".

La palabra española para líder es caudillo, pero por razones obvias no se puede decir muy alto. El líder, el caudillo, es el que guía a un grupo. Y eso de guiar no es algo que se imponga desde fuera. El caudillo para serlo, debe ser querido, admirado, reverenciado. Si no su caudillaje es puesto en cuestión. 

Por lo tanto no se puede, por mucho que se quiera, lograr un entorno que favorezca el liderazgo así por las buenas. Lo que se debe hacer es dejar a las persona actuar, dejar que elijan naturalmente sus líderes y fomentar esa cultura corporativa. 

La diferencia entre un jefe y un líder es justamente esa: que el jefe no es elegido, es puesto a dedo, sin importar el criterio de los empleados. Es una práctica habitual, casi ninguna empresa pregunta a los subordinados directos antes de nombrara a alguien o de promocionarlo ¿y por qué? los empleados saben mejor que nadie quién no debe ser el jefe. Se llevarían muchísimas sorpresas si así se hiciese. 

El líder, aunque no tenga mando manda, es al que miran todos cuando algo no va bien. Por definición, pues, no es una característica de cada individuo, no puede serla. Es característica de unos pocos. 

Lo que puede hacer la empresa, por ejemplo, si quiere un entorno que fomente el liderazgo, deberán realizarse dos tareas:
1. Respetar siempre el liderazgo natural. Preguntar entre los subordinados directos, de forma anónima quizá, si es apropiado el nombramiento. No se puede hacer jefe a alguien al que nadie soporta. Observar constantemente los cambios en el liderazgo, etc.2. Formar al mando intermedio en el arte del liderazgo, en los valores de la empresa y en las materias humanísticas.
La primera tarea consiste en respetar el liderazgo natural. La segunda en ayudar a mejorarlo, a hacer que la empresa alcance las mayores cotas de desarrollo. 

La formación del líder debe ser muy variada, pero en primer lugar debe aprender el espíritu de la empresa. Toda empresa grande ha sido creada por un líder de verdad. Hay que examinar detenidamente el nacimiento y si tenemos la suerte de que hay libros o archivos, deberán estudiarse. En segundo lugar deberá aprender las artes de la estrategia y de la dirección de las personas. Y por último deberá ser persona culta y cultivarse constantemente(*).  

No es idealismo, creo que es muy necesario, casi imprescindible, que el líder de cualquier empresa sea persona culta, conozca su entorno cultural, político y económico y además pueda pensar con más miras que los demás. 

Resumiendo, en dos palabras, la mejor política de promoción y liderazgo: 

Naturaleza y formación.


(*) Esa sonrisa displicente que has puesto al leer la última frase sobre la cultura del líder es producida por el clima de incultura que reina en nuestra decadente sociedad

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